Filosofía

carretilla

Fresaraba nace del compromiso por ofrecer a los consumidores un producto local con una seña de identidad inconfundible: el sabor a fresa. Ese sabor a las fresas de antes que muchos de nosotros recordamos, las fresas del campo, las que nos daban nuestros abuelos, las que compraba nuestra madre en el mercado. Un viaje en el tiempo para ofrecer a los consumidores del presente un sabor que parecía haber quedado atrapado en el pasado.

Nuestras fresas llegan a tu casa recién cogidas, listas para consumir en su punto óptimo de madurez: no pasan más de 4 horas desde que son recolectadas hasta que llegan directamente a tu frutería de confianza. Confiamos en el mercado local, por eso realizamos nuestro reparto en las fruterías puerta a puerta.

Cuidamos del medioambiente, por eso nuestro riego es recirculante y utilizamos insecticidas de gestión ecológica. Realizamos labores preventivas que aseguran un uso limitado del mismo.

Coherentes con esa línea de respeto a la naturaleza, fresaraba viene con el calor y se va con los primeros fríos: su consumo es estacional… y sensacional.